Biologia

EFECTOS DE LA MINERIA EN EL AGUA.
 



Contaminación AmbientalLos contaminantes más peligrosos y tóxicos
Los metales pesados y los PAHs son algunos de estos graves contaminantes

Bárbara Hirtz
10:00h Viernes, 04 de junio de 2010 3 01

Los contaminantes más peligrosos
Todos conocemos, en mayor o menor medida, los males que ocasiona la contaminación. Ésta, un grave problema que todos los países deben afrontar, se refiere a cualquier sustancia que pueda generar algún daño en la naturaleza o en un ser vivo, la cual proviene de la actividad humana y genera una alteración negativa en el medio ambiente.

Existen varias sustancias contaminantes, pero algunas de ellas sobresalen por tener un mayor grado de contaminación, toxicidad y provocar efectos más notorios, tanto en la naturaleza como en los seres vivos. Dentro de estas sustancias contaminantes, podemos nombrar a los metales pesados, los organoclorados, los PAHs, las partículas y los radionucleidos.

Estas sustancias, con un alto porcentaje de toxicidad, son consideradas los contaminantes más peligrosos e impactan de forma considerable en aguas, suelos y atmósfera.



La contaminación de estos lugares y zonas conllevan grandes peligros y riesgos, donde todo ser vivo, natural y vegetal, puede sufrir grandes y graves consecuencias ya que puede incorporar en su organismo cualquiera de estos contaminantes.

Entre las distintas consecuencias de estos contaminantes peligrosos, muchas enfermedades, como distintos tipos de cáncer (cáncer del pulmón, piel, vejiga, hígado, riñón, próstata, etc.), tienen lugar.

A continuación, nos adentraremos un poco más en cada uno de estos contaminantes.

En el caso de los metales pesados, debemos mencionar al arsénico, al cadmio, al cromo, al mercurio y al plomo como metales peligrosos y carcinogénicos, es decir, que producen cáncer.

Dentro de los compuestos organoclorados, situamos a las dioxinas, hexaclorobenceno, PCBs y DDT como sustancias muy contaminantes y peligrosas. Amén de ser alguno de ellos cancerigenos, traen problemas en el sistema inmune, endocrino, en el desarrollo de feto y sistema nervioso, entre otras complicaciones más.

Refiriéndonos a los hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAHs), tenemos que reparar en que son considerados como COPs, compuestos orgánicos persistentes, cuyos principales impactos en la salud humana se refleja en sus propiedades genotóxicas. Esto significa que provocan daños al material genético. Así mismo, muchos PAHs son carcinógenos y pueden provocar efectos adversos en la reproducción, el desarrollo y el sistema inmunológico.

Por su parte, los radionucleidos hacen alusión a la contaminación radiactiva, la cual acarrea graves perjuicios para la salud humana y para el medio ambiente, tales como cáncer, mutaciones genéticas e inmunodeficiencia. A modo de ejemplo, nombramos al uranio 238 y radio 226 como elementos radiactivos peligrosos.

Por último, esta comprobado por muchos estudios de epidemiología humana que la contaminación por partículas esta relacionada con enfermedades respiratorias y con un aumento de mortalidad prematura, ya que las mismas generan enfermedades respiratorias y del corazón.

Fuente: Greenpeace

POR OTRA PARTE...

Mientras en algunos países nos cuesta recordar la importancia del agua para nuestro organismo y las ONG se esfuerzan en recordarnos con acciones conmemorativas del Día Mundial del Agua (22 de marzo) la necesidad de cuidar este elemento, en otros lugares, no demasiado lejos de nosotros, la escasez de agua hace que las enfermedades se propaguen y que las personas mueran deshidratadas.




Esto es precisamente lo que esta denunciando estos días el Comité Internacional de la Cruz Roja, que ha advertido a través de un comunicado del riesgo al que se exponen diariamente miles de habitantes de la Franja de Gaza, como consecuencia del mal tratamiento que se realiza de las aguas residuales en el territorio. Y es que, según denuncia la ONG, “la superpoblación en la Franja de Gaza, el consumo excesivo de las fuentes de agua dulce y el tratamiento deficiente de las aguas residuales producidas por centenares de miles de personas” representan “una grave amenaza para el medio ambiente y la salud pública”, que no parece preocupar a las autoridades de la zona.


LLUVIA ACIDA Y SUS EFECTOS.

Uno de los tantos problemas que se desencadena con la quema de combustible fósil es la lluvia ácida. Esta es una lluvia que se presenta como un importante problema ambiental y afecta a suelos, aguas, plantas, animales y personas.




Su formación se produce por ciertos químicos que pueden provenir de fuentes naturales, como los volcanes y vegetación en descomposición, como de fuentes artificiales, donde entran en juego las emisiones de dióxido de azufre (SO2) y óxido de nitrógeno (NOx), que se forman por la combustión del mencionado combustible fósil.



Tanto con la quema de combustible y su correspondiente emisión de químicos al aire, junto al humo de las fabricas, al humo de incendios o de los vehículos, el aire recibe gases que son muy perjudiciales para el medioambiente. Cuando estos gases reaccionan en la atmosfera con el agua, el oxígeno y otras sustancias químicas, forman distintos compuestos ácidos; ácido sulfúrico y ácido nítrico; que se depositan en las nubes. La lluvia que se produce en estas nubes es la conocida “lluvia ácida”.







Sabiendo qué es y cómo se forma la lluvia ácida, debemos conocer cómo se mide la acidez de un líquido. Para esto nos tenemos que remitir a la escala de pH. Esta escala va del 0 al 14, siendo 0 lo más acido, el 7 un pH neutro y el 14 lo más alcalino. Cuando la lluvia es ácida, los valores de pH se acercan al 0. Según los registros existentes, la lluvia más ácida registrada tenía un valor pH de 2.



Esta lluvia ácida desencadena una serie de efectos perjudiciales para el medioambiente, donde podemos nombrar a los siguientes:



Aumenta la acidez de las aguas (ríos, lagos y mares) perjudicando a las especies que habitan en ellas. Algunas consiguen adaptarse pero muchas otras no sobreviven, como el caso de los peces que se refleja en una elevada mortalidad de ellos. Las especies más afectadas son: camarones, caracoles, mejillones, salmón, alevines y huevas entre algunas más.

Igual suerte para los suelos y vegetación. La lluvia ácida incrementa la acidez de los suelos modificando su composición tras la lixiviación de algunos nutrientes para las plantas y la introducción de metales tóxicos, los cuales, de esta forma, también se adentran en las aguas.

Otro efecto de la lluvia ácida se puede observar en las construcciones y monumentos históricos que se hayan realizado con piedra caliza o materiales metálicos. Cuando la lluvia ácida cae en estas construcciones se forma yeso que, con un poco de agua, se llegan a disolver.

Actualmente este fenómeno recibe mayor atención y se realizan más estudios e informes. Quizás este hecho haya sido por el fuerte incremento de la acidez en la lluvia. Y el dato no es menor, hace dos centenares de años, la acidez de la lluvia era 100 veces menos que la acidez de ahora.

REFLEXIONES SOBRE LA MINERIA.
A grandes rasgos, la minería es “la obtención selectiva de los minerales y otros materiales de la corteza terrestre”. Es una actividad que provee y abastece de materia prima a todas las industrias, por lo que resulta ser muy necesaria. De hecho, se podría decir que es la base de la cadena productiva.

Muchas veces escuchamos o vemos distintas campañas que reflejan todo lo negativo de esta actividad. Sin embargo, hay que ser muy precavidos, dado que si uno no está bien informado puede cometer el error de ponerse en una postura tajante, la cual no es viable en la sociedad actual.

Con esto queremos decir que la minería es necesaria. Necesitamos de los recursos minerales para poder satisfacer muchas necesidades, lo que no quiere decir que esta actividad puede realizarse de cualquier manera. Sus procedimientos deben ser sustentables y encuadrarse bajo buenas prácticas medioambientales. Hay que lograr un buen equilibrio entre esta actividad y el medio ambiente.


La minería modifica al medio ambiente

La minería es una actividad que modifica o altera el ambiente. Esto es una verdad que no merece objeciones. El tema central es que este ejercicio lícito que tienen de “modificar o alterar” el ambiente no les habilita para la realización de un daño a los ecosistemas y a la biodiversidad.


Esta actividad debe realizarse teniendo muy presente las pautas ambientales y se debe encuadrar dentro de un concepto sustentable.


En este sentido, cada país tiene unos “presupuestos mínimos” que la actividad minera debe obedecer. Son límites que se imponen para proteger al ambiente. Además, por este efecto modificador que la minería tiene sobre el medio ambiente, esta actividad (y todas) debe realizar un informe de impacto medioambiental y, según los resultados de este informe, la actividad podrá proseguir o no.



Si bien explicaremos en otra oportunidad la importancia de esta evaluación de impacto medioambiental, ahora diremos que es una herramienta esencial que muestra cómo impactará la minería en diversos aspectos del medio ambiente. Se trata de un análisis anticipado de las posibles consecuencias ambientales que la actividad podrá traer aparejada, en la que se debe incluir propuesta de medidas correctoras y un programa de vigilancia ambiental.


De esta forma, creemos que más que más que tomar una postura tajante de estar en contra o a favor de la actividad minera, debemos ponernos en una postura que exija por las buenas prácticas ambientales dentro de la mencionada actividad, como en todas las demás actividades e industrias.


Caso contrario, si nos ponemos en contra absoluta de la minería, ¿De dónde sacaremos los minerales para satisfacer las necesidades? Lamentablemente, la contaminación cero es imposible, pero lo que no es imposible y por lo que debemos abogar es por un desarrollo sustentable.

Y si la actividad minera demuestra que va a tener consecuencias medioambientales irreparables, pues claro que estaremos en contra. En cambio, si esta se maneja bajo los presupuestos sustentables y propone medidas para contrarrestar su “normal contaminación”, la deberemos vigilar para que cumpla con ello.
En una ocasión anterior, No a la minería a cielo abierto, nos mostramos en una posición muy en contra de esta actividad, y aquí queremos apuntar a que dicha postura se tome cuando la mencionada actividad no se maneje siguiendo las medidas medioambientales que debe seguir.
En conclusión, apostemos por un desarrollo sustentable y exijamos a la minería y a todas las industrias que tomen en cuenta al medioambiente en sus procedimientos. Caso contrario, sí pidamos por su cierre.

 ¿Qué piensas sobre este delicado tema?